Lenguaje Claro

 

¿Qué es el Lenguaje Claro?

La definición de Lenguaje Claro de PLAIN (Plain Language Association) especifica que “una comunicación está en Lenguaje Claro si el público al que está destinada, puede encontrar fácilmente lo que necesita, comprende lo que encuentra y usa esa información”.

El Lenguaje Claro -también llamado llano, fácil, sencillo o ciudadano- es un estilo de escritura, que simplifica la estructura, el vocabulario y la lectura del contenido para facilitar la comprensión de los lectores y entender lo escrito.

Todos tenemos derecho a entender, este es un derecho que además permite el ejercicio de otros derechos:

  • A la educación
  • A la cultura
  • Al acceso a la justicia (entre otros)

Para acceder a este derecho nació la técnica de Lenguaje Claro. Uno de los principios fundamentales, que orienta la aplicación de esta técnica, es la consideración del lector como destinatario de la comunicación. Desde esta corriente se postula que existen diferentes públicos que comprenden la información de manera diferente. Por ello, los modos de escritura deben orientarse según una estructura lógica que incorpore las características y competencias de sus lectores.

 

¿Para qué sirve el Lenguaje Claro?

El lenguaje administrativo es de naturaleza elevada y está influido por una raíz jurídica. Una de sus características es el uso de un vocabulario rico en sustantivos, en el que destacan los términos jurídicos que cuentan con una significación precisa y diferenciada del lenguaje común.

Algunas características del lenguaje de la Administración Pública son:

  • Estructura rígida, establecida previamente para cada tipo de escrito.
  • Impersonalidad: El emisor real del texto muchas veces desaparece del escrito (documentos escritos en tercera persona).
  • Uso excesivo de recursos tipográficos, como la cursiva, negrita, comillas o mayúsculas.
  • Tecnicismos, principalmente términos y giros de la lengua común que, en los textos jurídicos y administrativos, adquieren un significado distinto. Por ejemplo, el término “diligencia” es la actuación del funcionario judicial en un procedimiento, mientras que en la lengua común es “rapidez y cuidado con que se hace una actividad”. 

El ciudadano común debe interpretar estos textos de carácter jurídico-administrativo, lo que se convierte en una verdadera hazaña. En este sentido, la correcta comprensión de este tipo de documentos se convierte en una habilidad importante desde el punto de vista social. 

Los destinatarios de los textos administrativos tienen derecho a entender lo que les envía cualquiera de los organismos públicos con los que se relacionan, por lo tanto la claridad del lenguaje y la transparencia deben regir todos sus actos administrativos.

 

Las características fundamentales de un texto escrito en Lenguaje Claro son:

  • Una idea por oración y párrafo
  • Oraciones cortas
  • Voz activa
  • Párrafos cortos
  • Redacción directa y en positivo
  • Trato personal
  • Términos simples
  • Lenguaje inclusivo y no discriminatorio

Entre los beneficios que proporciona la utilización del Lenguaje Claro se destacan:

  • Efectividad e impacto del mensaje
  • Seguridad frente a la ambigüedad
  • Localización de la información más importante
  • Reducción de tiempo y costos evitando conflictos
  • Impulso de la transparencia y refuerzo de la democracia
  • Generación de confianza
  • Cercanía entre ciudadanos y gobernantes